Páginas

martes, 13 de mayo de 2014

HUERTO SOSTENIBLE


Anteriormente, en el apartado de huerto, hemos hablado de la evolución del huerto y el origen, y la historia del huerto urbano y de sus múltiples beneficios. En esta entrada continuaremos bajo la pregunta: ¿cuál es la mejor alternativa de huerto urbano si queremos que este esté sujeto bajo los principios de sostenibilidad?
El huerto es un espacio que nos permite ponernos en contacto con la naturaleza. ¿Y qué mejor manera que crear un huerto ecológico ?
En la actual agricultura convencional dominan los márgenes de producción, es la época del “desarrollo a toda costa”, del rendimiento sin control, sin mirar en ningún momento el precio que estamos pagando por ello. Lo que quiere decir es que estamos sacando dinero de una cuenta en la que nunca ingresamos nada. Para llegar al desarrollo a toda costa se utiliza un rendimiento sin control, esparciendo todo tipo de pesticidas y plaguicidas que suponen una agresión continua a nuestro planeta Tierra y a nosotros mismos, ya que somos lo que comemos y estamos ingiriendo muchas toxinas. Con lo citado anteriormente, podemos observar que la calidad real del producto está en segundo plano.
Como podemos observar en el programa de Salvados  muchos agricultores deben tirar gran cantidad de sus productos por mera estética, ya que lo que prima en este mundo capitalista son los altos estándares de belleza de los productos. Precisamente es por ello por lo que se tira una gran cantidad de productos por no cumplir ciertas características, como es el tamaño, el color, la forma, el peso, la piel.....etc. Una de las claúsulas que existen entre agricultores y los supermercados a los que suministra es que todo sea igual, que todo sea perfecto, cumpliendo con la forma esperada por el consumidor. Para que los productos sean más atractivos los modifican genéticamente, los maquillan, les sacan brillo, los enceran, e incluso atraviesan por una cámara de gas.

                                      
Hablando desde un plano global, con la creación de huertos ecológicos se podrá lograr con el tiempo hacer frente a la doctrina de la rentabilidad que hablábamos antes, que convierte a las plantas, a los animales y a las personas en meros números de los que sacar el máximo beneficio. El huerto ecológico, orgánico o biológico es, por tanto, un sistema de producción, de explotación agrícola, que deja a un lado los productos sintéticos y genéticamente modificado. Está basada en la optimización de los recursos naturales. Esta idea implica una forma distinta de ver la vida, de conectar, enraizarse, familiarizarse y amoldarse a la naturaleza, incluyendo los ritmos de la misma, ( esto significa que durante la época de primavera – verano se siembran especies vegetales que naturalmente se desarrollan en esa estación del año. Lo mismo ocurre para el otoño y el invierno).
Afortunadamente, cada vez son más las personas que dan el paso y deciden hacer algo para contrarrestar los aportes negativos que, sin quererlo, lanzan contra el Medio Ambiente y, a su vez, contra ellos mismos. El crear un huerto ecológico resulta una alternativa sencilla y económica que aporta enormes beneficios tanto al individuo como a la sociedad en general. E incluso infunde un cambio o una transformación social, ya que crea una conciencia distinta, una preocupación por las agresiones que causa la agricultura convencional.
El objetivo de crear un huerto urbano no es el de producción, ya que ésto queda en un plano secundario, sino que su fin es conseguir una mayor cohesión social entre los hortelanos y el vecindario del barrio. Creando un espacio de unión, de debate, de trabajo en equipo, de encuentro y de valores humanos. Su organización suele ser democrática, y esto lo consigue a través de dinámicas participativas y acción colectiva, contribuyendo a la formación de red en el barrio donde se desarrollan sentimientos de apropiación y responsabilidad, fomentando valores como por ejemplo: cooperación, el consenso, el esfuerzo, la organización, la colectividad, el compromiso, la cohesión vecinal, la solidaridad, ...etc . Para su organización se suele organizar primeramente el grupo que esta dispuesto a sacar a delante el huerto, y una vez configurado o constituido el grupo humano, este decide dónde implantarse. Pueden ser espacios públicos o privados, cedidos por la administración competente o, en su defecto, un solar ocupado que estuviera en desuso, activando éste espacio.
 Para concluir, otra de las claves que tenemos que tener en cuenta para que nuestro huerto sea sostenible es el sistema de riego. 
Debemos realizar un uso responsable del agua, aplicando sistemas de riego ahorradores como el riego por goteo o por exudación. Estos sistemas de riego proporcionan el agua que necesitamos para las hortalizas, evitando las pérdidas y controlando mucho mejor la humedad del suelo. La mejor manera de obtener este agua es aprovechando las aguas pluviales o reutilizar las aguas grises. Para el uso de aguas pluviales en el riego de jardines y huertos se pueden incorporar medidas sencillas, basadas en la recogida, mediante depósitos y pequeños estanques de almacenamiento. Incorporar al diseño elementos de este tipo además es una buena medida para enriquecer la biodiversidad de la zona, pues la presencia de agua y vegetación adaptada a ella (juncos, nenúfares...) atrae pájaros e insectos y permite la existencia de ecosistemas más complejos a pequeña escala, que habitualmente no podemos observar en el entorno urbano.

                                       

                                                                                                              ALICIA CAMPAÑA SIERRA

No hay comentarios:

Publicar un comentario