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jueves, 27 de febrero de 2014

TIEMPO X TIEMPO

'Cambio una hora cuidando de tus perros, por una hora de clase de inglés'



Haciendo un poco de historia, los Bancos del Tiempo comienzan con la experiencia de los “TIME DOLLAR” o DÓLAR TIEMPO, en Estados Unidos. El concepto de “Time Dollar” fue desarrollado por Edgar Cahn en la década de los 80 como desarrollo natural de las redes de trueque LETS (Local exchange trading System, sistema de intercambio local) de Estados Unidos y con la idea principal que la unidad de valor es el tiempo o “dólar-tiempo”.

Un banco de tiempo es un sistema de intercambio de servicios por tiempo.
Es un banco no comercial, y no tiene propietarios. En él se intercambian servicios y capacidades que tienen un valor en consideración al tiempo que ocupan, es decir, la moneda de cambio es el tiempo.

Todos los servicios valen los mismo. Los bancos del tiempo se ponen al servicio de cada comunidad y hacen de intermediarios en este tipo de servicios



Se estructuran a partir de sucursales alrededor de cada barrio. Para inscribirse cada persona tiene que ir a su centro más cercano y rellenar un formulario aclarando las actividades que puede prestar y durante cuantas horas está dispuesto a realizarlas; y de igual modo los servicios que tú quieres recibir. Allí te informaran de los servicios que están disponibles.

Cuando realices una actividad se paga en forma de cheque, con el que podrás canjear tu hora de tiempo prestado por otro servicio que necesites.



Se pueden intercambiar servicios como:

  • Atención a personas: Cuidado de ancianos, realización de recados y gestiones, servicios de 'kanguro', clases particulares
  • Cuidado del cuerpo: Masajes, cuidado del cabello y de la piel, peluquería, cursos de maquillaje, reflexología... etc
  • Tecnología: Clases de iniciación del uso de internet, cursos de word, excel, power point, mecanografía
  • Idiomas: Cursos de idiomas, conversación, traducción...
  • Tareas del hogar: Cursos de cocina, actividades domésticas (planchar, limpiar, coser...) reparaciones de electrodomésticos...
  • Aire libre: Cuidado de animales, jardinería, enseñanza de deportes...



Elena Rodríguez García



miércoles, 26 de febrero de 2014

Crítica al capitalismo

Actualmente, vivimos en un sistema socioeconómico cuya única finalidad es la generación de beneficios siempre crecientes. Ese crecimiento continuo y la obsesiva acumulación que propugna el actual sistema capitalista, no puede más que acabar entrando en conflicto con la capacidad de aguante de un planeta finito, como es el nuestro.

A continuación, vamos a mostrar una entrevista de la monja benedictina y doctora en Salud Pública, Teresa Forcades, en el que expone una serie de críticas sobre la ética capitalista actual. El vídeo dura 47 minutos, puede que esto pueda resultar un tanto pesado, pero os recomiendo que le echéis un vistazo porque merece la pena.



Centrándonos en este vídeo, hemos recogido una serie de puntos claves en la crítica que realiza Teresa Forcades, que nos han parecido de gran relevancia para explicar el modelo socioeconómico en el que nos vemos inmersos.

Nuestro actual sistema capitalista sitúa en el centro de su marco teórico la libertad, dejando en otro plano valores como la solidaridad o la igualdad, propios de otros modelos socioeconómicos como el socialista o el comunista.

Se hace referencia a este término principalmente cuando hablamos de libre mercado, el cual se basa en un ajuste en los precios de los bienes por parte de los vendedores y consumidores, mediante la ley de oferta y demanda. Sin embargo, esto no es del todo cierto en la práctica, debido a que este libre mercado, está sujeto a leyes que protegen los intereses de una minoría privilegiada, frente a una mayoría cada vez más explotada y sometida.

Nos encontramos en un sistema, donde la búsqueda del máximo beneficio económico, se posiciona como pilar primordial, dejando en otro nivel los valores humanos y éticos. Por otro lado, el actual sistema, utiliza la capacidad de trabajo de los individuos como mercancía, y no reconoce que esta capacidad de trabajo es inseparable de la dignidad de la persona.

Con todo esto, se llega a la conclusión de que el sistema tal y como nos lo han planteado no funciona, y lo que produce no es mas que un aumento de la precariedad y las desigualdades. Por ello, resulta de urgente necesidad cambiarlo, y no se logrará si no es de la mano de todxs nosotrxs, sin esperar a que nos den permiso, actuando como agentes políticos de cambio, ya que el poder es algo que pertenece al pueblo en una democracia, y es por tanto el pueblo el que debe ejercerlo, como motor hacia una sociedad que responda de forma más eficaz a las necesidades de todxs los ciudadanxs.


Desde las palabras de Teresa Forcades:

Se trata de pensar un nuevo modelo social en el cual esta capacidad de movilización política no sea para las emergencias y luego se desmovilice, sino que entendamos que esta sociedad, si se va a acercar un poco más a lo que entendemos por justicia social, pedirá una movilización continua.
Se trata de un cambio de chip para decir: si vamos a vivir en colectividad, debe haber un tiempo que se dedique a los asuntos del colectivo, y ese tiempo político no se concibe como una excepción porque los políticos nos han fallado, sino que se concibe con una nueva subjetividad de participación continuada.”